Javier, el arquitecto responsable de la construcción de la escuela, ha vuelto a España el 24 de junio. Tuvimos con él un encuentro muy esperado y muy emocionante y nos ha traído fotos e información actualizada del proyecto, pero sobre todo nos ha comunicado sus experiencias y sus impresiones personales de estos meses tan intensos.
Durante cinco meses, en largas jornadas de trabajo y temperaturas cercanas a los 50 grados ha realizado una labor extraordinaria que ha excedido con mucho los objetivos que nos planteamos inicialmente. Ha construido la escuela y se ha ido haciendo eco de las necesidades alimenticias de los niños, llevando a cabo proyectos para satisfacerlas y asegurar su continuidad.
Los habitantes de Sansana han ido asistiendo con estupor y entusiasmo a la aparición de múltiples construcciones esenciales para su desarrollo por obra de un pálido y delgado personaje, solo, sin contrapartes ni infraestructura aparente.
Ha regateado los precios hasta el último franco, ha sido riguroso y exigente, pero al mismo tiempo ha establecido una relación muy cordial con los habitantes del pueblo, que le han dedicado una cariñosa fiesta de despedida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario